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Leche materna, el elixir de la vida

Actualizado: 25 mar

La leche materna integra millones de años de evolución, por ello tiene prodigiosas propiedades que la hacen el único alimento capaz de sostener la vida por sí mismo alrededor de 6 meses y continúa siendo el alimento principal hasta que el organismo del bebé "sepa" cómo transformar los alimentos tal como existen en la naturaleza en energía e insumos para desarrollar sus actividades y responder con procesos curativos. .


Por ello está específicamente diseñada para continuar el trabajo y las funciones de la sangre que nuestra placenta producía durante la gestación. Cuando nacemos, 2 glándulas (las mamarias) reciben la estafeta de la placenta para ¡concluir la gestación de nuestro bebé, ahora en nuestro regazo!


Si nos detenemos a pensarlo un poco, cada bebé es una preciosa e invaluable semilla de vida humana, por ello la Naturaleza se ha encargado de equiparnos con lo necesario para asegurar que germine y la prueba científica de que así es, es el embarazo: si existen las condiciones necesarias para que esas dos pequeñitas células sexuales (gametos) se acoplen e integren dará comienzo el periodo de gestación, etapa de la vida regida por una agenda precisa, meticulosa y prodigiosa que culmina con la formación de un hermoso bebé.


Cuando nuestro bebé nace, la leche materna provee nutrición integral específicamente diseñada para que cada órgano y sistema funcione conforme a nuestro diseño biológico y genética familiar.

Nuestra leche tiene muchas funciones irremplazables para lograr que nuestro bebé se desarrolle integralmente. La forma en que se entrega también sigue una meticulosa agenda que permite la adaptación gradual al entorno en que vivimos mientras vamos desarrollando destrezas, habilidades y

talentos propios de nuestra especie.





¿No te parece prodigioso? Nuestra leche materna contiene todos los nutrientes esenciales que nuestros bebés necesitan para crecer saludables y con vitalidad. Por ello, cada gota de leche materna es única, su composición es dinámica e individualizada, dependiendo del género del bebé, la edad gestacional en la que nace y el entorno en el que vive.

Además, la leche materna promueve un vínculo emocional único entre mamá y bebé, lo que influye positivamente en su desarrollo cognitivo y emocional a mediano y largo plazo.

Dada la trascendencia de esta fase del ciclo de vida, las probabilidades de que una mamá no produzca leche son ínfimas, de otro modo, sin los avances de la ciencia que tenemos, nos habríamos extinguido hace mucho tiempo.

Nuestra sabiduría materna intuye y reconoce el papel fundamental que juega la leche materna en la salud y el bienestar integral de nuestros hijos. Esta fase del ciclo vital por diseño es una experiencia fácil y práctica. Si estás experimentando problemas con la lactancia, busca apoyo lo más pronto posible, para restablecerla para vivirla conforme a su diseño biológico.



¡Cada gota cuenta y cada toma suma!


¿No te parece fascinante y maravilloso que nuestro cuerpo está equipado con supra tecnología regida por la sabiduría que rige la vida para acompañar el florecimiento de nuestras preciosas semillas de vida humanas?

Si te conmovió conectar con la sabiduría de la lactancia o fuiste tocada por su magia, comparte este mensaje para ayudar a difundir la importancia de la leche materna y apoyar a las madres lactantes en tu comunidad.

Mónica L. Flores, IBCLC


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